Hace tres semanas estuve de visita por Shanghai y traigo historias para toda la familia. Hoy te llevo a Tianzifang, un pequeño barrio de casas antiguas, al estilo de los Hutong de Beijing, que en la última década, y tras una amenaza de ser demolido, se ha convertido en una especie de barrio de arte y artesanía.
¿Pero qué hay en Tianzifang? Gente. Hay ríos de gente. El día que fui era fiesta nacional y no cabía un alma. Mi amigo Pachi, al que estaba visitando, me dijo que nunca había visto tanta gente en Tianzifang, aunque suele haber bastante. He intentado rescatar las fotos en las que había menos seres humanos por metro cuadrado.
Pero entre la gente algo raro pasaba, y no es que digievolucionaran, precisamente.
Tallos en la cabeza
Ya casi en la puerta de Tianzifang, le comentaba a Pachi que había visto una noticia la semana pasada que hablaba de que en Pekín se había puesto de moda ponerse una especie de brotes de plantas de plástico en la cabeza.
Fue pronunciar esas palabras y de repente empezar a cruzarnos con hordas de jóvenes shanghaineses con los endemoniados tallos en la cabeza. Es una moda absurda, no le busquéis lógica alguna.
Tianzifang estaba plagado de gente que tenía jardines en el cabello. Algunos tenían incluso manzanas, plantas de chiles y setas.
De hecho, las tiendas de Tianzifang vendían el afamado artilugio, que no era más que un broche del pelo al que le salía una planta. Dependiendo de lo ostentoso y absurdo de la planta, era más caro. He de decir que se veían más hembras que varones, pero había algún que otro atrevido muchacho que se había sembrado el peluquín.
Arte, artesanía y cosas de plástico
Lo cierto es que las pequeñas tiendas de arte y fotografía estaban sepultadas por miles de tiendas de cosas absurdas.
Todo lo que se pueda fabricar en plástico, estaba presente en Tianzifang. Pollos de goma, gafas de sol, muñecos, llaveros… Así que el sitio no es que fuese lo más underground de Shanghai.
Eso sí, vendían VAMPIRE DRINKS, con ese cartel turbio de una chica maquillada bebiendo de un gotero de sangre como si fuese una vampira traviesa. Un grupo de chinos estaba anonadado con el descubrimiento. He de admitir que yo también me quedé parado un rato observando el asunto.
Otra de las cosas que vendían eran este tipo de caramelos que ves en la siguiente fotografía, que se fabrican en forma de tubo, con un dibujo dentro, y luego son cortados en forma circular. No es ninguna locura, ya que en España tenemos cosas parecidas, pero no solemos ver cómo los fabrican.
De hecho, en Shenzhen hay un sitio en el que venden este tipo de caramelos y los anuncian como caramelos españoles. También venden caramelos con forma de gónadas masculinas.
Pese a la venta masiva de chorradas, lo cierto es que el sitio era bonito y si no hubiese habido tanta gente supongo que hubiese podido apreciar los pequeños edificios mucho más.
Si vas a Shanghai, no te pierdas el paseo por Tianzifang. Seguro que cuando vas hay alguna nueva moda absurda. O no. Sólo hay una manera de adivinarlo.
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No tiene tanta pinta undergroud… pero si tiene pinta como de set para una película de Hollywood, quizás cobre fama y veamos a Bruce Willis o a Jackie Chan persiguiendo mafiosos por esos callejones en el futuro.
De underground no tiene nada, como digo en el texto. Al menos visto desde el exterior. Sí que hay algún estudio de fotografía/pintura. La popularización de la zona supongo que la llevó a lo que es ahora, un lugar lleno de tiendas de tonterías.
De todos modos, se siguen manteniendo las casas tradicionales y son bastante bonitas. Sin gente debe ser un paseo interesante.
Pues seguro que cuando vaya a China no me lo pierdo. Seguro que es el único lugar en el mundo en dónde ver gente que sale a la calle con una planta en la cabeza es cosa de todos los días.
Si vas a Shanghai no me perdería el paseo por la zona, no requiere mucho tiempo.
Lo de las plantas se está empezando a extender. El fin de semana pasado lo vi ya en mi ciudad.
Hace un par de semanas que he vuelto de mi viaje por China y Japón y me ha traído buenos recuerdos esta entrada. Yo también estuve por Tianzifang y vi cientos de plantitas en la cabeza de la gente. Pero no solo las vi en esta calle, también por otras ciudades y en cualquier calle turística ya veías como las vendían. Otra cosa que me sorprendió de China (entre tantas) es que en cualquier lugar tiran monedas, para tener suerte o algo así digo yo, encontré monedas hasta en algunas sillas de templos. Me voy a llevar un par de piedras, pondré que da buena suerte lanzar monedas y a vivir de los ingresos jajajaja
Hola Héctor,
Si viniste hace dos semanas, llegaste justo en el punto álgido de la moda de las plantas. Yo, tal como llegué, vi cómo se extendía la moda por Shanghai. Y ahora está llegando a Shenzhen.
Lo de tirar monedas es un clásico. Yo en la Ciudad Prohibida vi a un espabilado que llegó de repente con un iman gigante atado a una cuerda, lo lanzó a un lago donde estaba todo el mundo tirando monedas, lo sacó lleno de pasta y se piró. Supongo que vivirá de eso el malandrín.
Lo de los brotes verdes en la cabeza me deja muy loco. Vaya bizarrada chinesca xD. Tengo un amigo que ahora mismo está viajando por la china profunda, y parece ser que esta «moda» se ha extendido cual espora de virica-zombi. ¿Hasta donde se propagará esta infame infección? ¿Llegará a la vieja Europa?
Solo el tiempo dirá….
A Shenzhen ha llegado recientemente, así que si de Pekín ha llegado hasta el sur, no creo que haya salvación. Igual en la china interior todavía tienen dignidad… O puede que Alá les prohiba lo de los brotes.