Aaaaah, la siesta. Ese pequeño oasis de paz tras la comida. La expresión más castiza de nuestros primigenios orígenes ibéricos. Pocas cosas más españolas se me ocurren que una buena siesta. ¿Carmen Sevilla comiéndose un bocadillo de sardinas en escabeche en los toros?
JA, me río yo de tu españolidad. La siesta es más china que el kung fu.
Sí, lo que oyes, los chinos se echan la siesta. Y no por ningún tipo de moda estúpida basada en copiar costumbres occidentales. Los chinos llevan la siesta en la sangre, igual que el comer con palillos.
Y lo que más te va a desagradar escuchar: nos dan mil vueltas. Los chinos juegan la siesta a niveles extremos. Si la siesta fuese deporte olímpico, los españoles quedaríamos ridiculizados ante tan magna ejecución de lo que creíamos nuestro. Lo de la selección en Brasil pasaría a ser una mera anécdota.
Sobre cualquier superficie y a cualquier hora del día. Los chinos aprovechan cualquier pequeño espacio temporal para recargar baterías. Permíteme mostrarte las maravillas que llegan a realizar los chinos durante la siesta:
La siesta clásica optimizada
Todos conocemos la siesta clásica, la siesta normalizada del español medio. Esa siesta después de comer y antes de volver al trabajo.

Sin embargo, los chinos, en su afán productivo, han conseguido comprimir en formato .RAR nuestra preciada siesta. Después de un breve descanso para comer de apenas 30 minutos, los chinos de mi empresa vuelven a la oficina y empieza un ritual místico.
Uno de ellos, cada día diferente y elegido según un criterio oriental secreto, apaga las luces. Mientras tanto el resto, como zombies de The Walking Dead, vuelve cada uno a su mesa de trabajo, sobre la que apoyan la cabeza para caer instantáneamente en brazos de Morfeo.
Algunos juegan cojines de Hello Kitty y otros objetos almohadillados para facilitar el sueño. Existe incluso el pícaro que se ha traído una cama plegable y duerme a pierna suelta.
La oficina queda en paz durante 30 minutos hasta que las luces vuelven a encenderse y, mágicamente, la oficina vuelve a la normalidad como si nada hubiese ocurrido. Todo había sido un sueño del Resines chino.
La siesta ninja

Si hay una siesta que me fascina y se lleva parte de mi corazón, ésa es la siesta ninja. Se trata de la siesta ejecutada en lugares inhóspitos, incluso en muchas ocasiones incómodos. Siendo la siesta un pequeño placer, ¿cómo realizarla en un lugar que carece de la dulce esponjosidad del sofá? Eso a los chinos no les importa.
El arte de la siesta ninja no está al alcance de cualquiera, requiere de una amplia gama de habilidades trabajando a la vez: concentración, equilibrio, flexibilidad, estoicismo…
He visto chinos realizar siestas ninja sobre bicicletas, motos e incluso sobre cadenas. Cadenas en tensión. Eslabones de acero clavándose en tu espina dorsal como único sustento para obtener el placer del sueño. Alguien capaz de conseguir tal hazaña se ha ganado todo mi respeto.
Yo quiero que te ganes mi respeto como fiel lector que eres. No te voy a pedir que realices ningún malabar extraño para alcanzar el zen de la siesta. Únicamente, si has disfrutado de la lectura, dale un toque al botón de ‘Me Gusta’ de aquí abajo en señal de cordial respeto hacia mi blog. Que la siesta te acompañe.
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Buenas!
Estoy mirando tu blog y me parece muy muy interesante. Ojala lo hubiera encontrado antes de irnos a china, porque leyendo tu blog hemos recordado nuestro viaje y que todo lo que dices lo vivimos allí. Es un país distinto, diferente y queremos volver, pero para recorrer otra parte de china, aunque como es tan tan extensa… no sabemos donde acabaremos…
Sigue contándonos las anécdotas y vivencias en china.
Muchas gracias, chicos. Estuve leyendo alguna entrada sobre sobre vuestro viaje y también me he visto reflejado en muchas situaciones. Si planeáis volver, una combinación de Yunnan + Guangxi por el sur es muy recomendable. Muy distinto al norte.