Ayer, como todos los años, comenzó el Yulin Festival y las noticias occidentales no hablan de otra cosa. No, no se trata de otro festival de música «independiente» de los que invaden los pequeños pueblos costeros de España en verano para que los jóvenes conozcan gente nueva en un contexto de absoluta ebriedad. De momento.
El Yulin Festival es un evento que se celebra desde 2009 en la provincia de Guangxi en el que la atracción principal es la carne de perro, para la que se sacrifican entre 10,000 y 20,000 chuchos cada año.
Es normal que una persona nacida en una sociedad en la que los perros son criados como mascotas piense en el consumo de carne de perro como una aberración. Mis amigos chinos también se horrorizan cuando les digo que en España comemos conejo, ya que aquí ese animal no acaba en la cazuela -aunque en Chengdu las cabezas de conejo son una especie de snack tradicional, qué mundo loco, ¿eh?-.
El comer o no comer perro es algo cultural, no se da sólo en China, sino en muchos países asiáticos. Los mismos ciudadanos de Corea del Sur (la mala) cuentan en su gastronomía con una sopa de perro. Pero la gente les conoce más por el pop coreano y por ser los archienemigos del tercero de los Kim -mi favorito de la saga después del abuelo, ese outfit de villano es un acierto-.
Pero el festival de Yulin no es atroz por el consumo de perro, sino por el trato que se le da al animal antes y durante su sacrificio, así como por el robo de chuchos ajenos para la matanza.
Los perros son hacinados en jaulas y golpeados cruelmente hasta la muerte por campesinos psicópatas ante la mirada de los espectadores, que también deben sufrir cierto grado de psicopatía si disfrutan grabando tan dantesco espectáculo. Desde luego, no es plato de buen gusto, aunque ellos piensen lo contrario cuando se lo sirven en la mesa.
El problema con el festival de Yulin es que carga a la sociedad china con la losa de ser unos comeperros. Y eso es tan cierto como afirmar que todos los españoles toreamos y, aunque seguramente no me quedase mal el traje de luces, en mis 26 años de vida todavía no he entrado al ruedo.
Por desgracia para los antichinos, una reciente encuesta llevada acabo por Humane Society International y el grupo Avaaz arroja los datos de que un 70% de los chinos nunca ha comido perro y un 64% está en contra del Yulin Festival por la imagen degradante que da sobre el país.
Yo mismo, que soy un curioso, solía preguntar por el tema del perro a la gente que conocía cuando llegué por primera vez al país. Fue decepcionante ver caer el mito del comeperrismo. La gran mayoría de las personas que me crucé o no habían probado el perro o lo habían probado una vez durante su infancia.
Así que la próxima vez que vayas a un restaurante chino, no temas en llevar a tu perro. A no ser que sean pro-Yulin, entonces huye a un restaurante Yulin-free.
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En torno a Anshan no es difícil encontrar restaurantes que sirvan carne de perro. Se toma con mucha sal por encima, y suelen acompañar el plato de una quijada o maxilar, para garantizar que es perro 100% y no te están dando gato por -ejem- eso. En los mercados, también pueden verse alineadas cabezas de perro (véase fotografía que tomé, en el enlace que acompaña a este comentario). Es una costumbre más frecuente en el noreste de China y también en las dos Coreas, que al parecer sufrieron fuertemente de hambrunas en el pasado debido a las bajas temperaturas, lo que les obligaba a aprovechar cualquier alimento que hubiera a mano, aunque fuera el mejor amigo del hombre.
Actualmente ya no se come esta carne por necesidad, sino más bien por tradición permeada de un cierto elitismo. El sabor es similar a la oveja o cordero, algo más fibroso, aunque supongo que dependerá bastante de la subespecie canina utilizada. Tampoco es increcuente ver caballos o burros descuartizados y siendo vendidos al por menor en los mercados callejeros.
Ahora bien, ha de tenerse en cuenta que el movimiento abolicionista del consumo de carne de perro choca con una gran contradicción frente a la poderosísima industria cárnica occidental. En otros lugares como Australia, Japón, Kenia o Tanzania también existen movimientos similares que tratan de limitar la venta de animales exóticos, o especialmente inteligentes (como el canguro, la ballena, o el elefante) para el consumo humano.
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Muchas gracias por tu aportación, Alfonso. Es muy enriquecedor para el post todo lo que comentas.
Lo de las cabezas de los animales en China, o que se vea el animal entero, es todo un clásico para evitar el cambiazo. Aunque en las barbacoas callejeras es inevitable.
Supongo que como comentas, todo tipo de carne «exótica» ahora se consume por elitismo o creencias de la medicina tradicional, como en muchos pueblos. Cerca de mi casa hay un restaurante que sirven animales de todo tipo, tienen pavos reales enjaulados en la puerta.
Exacto, según me contó una amiga, en el norte (Harbin, Mudanjiang) sí hay algunos restaurantes donde se sirve carne de perro. Pero es lo que tu dices, la mayoría no lo ha probado nunca. Yo no pregunto. Lo malo es quitarle esa forma de pensar a los españoles (mis padres tienen muchos prejuicios aun).
Gracias por escribir, Paco.
No es difícil encontrar sitios de perro pero, como dices, no es una carne común que encontrar en cualquier restaurante. Lo de la fama creo que va a costar tiempo.
hace un mes estube en China, (Beijin, shangai y puntos cercanos) pregunte a un guia si nos servirian carne de perro (no es que quisieramos, sino para evitarla), me contest, » no por Dios no, comer perro es una delicatessen en China, este tour no lo podria incluir). quedamos muy contentos de que no veriamos a ninguna mascot en nuestro menu. Yo entiendo que son costumbres, tradiciones, pero la manera en que los sacrifican,la manera que los transportan, es inhumano y bastante salvaje. Yo estoy de acuerdo en que se comieran en epocas de hambruna, como se comian a los gatos en Italia en epoca de la segunda Guerra mundial, pero en pleno siglo XXI, es inadmissible, porque ya no hay hambruna. Es mi opinion muy personal, pero respeto de la todo ser pensante….Aurelio Santana
Muchas gracias por aportar tu punto de vista, Aurelio.
El comer ciertos animales siempre tiene un origen cultural. En China siempre se ha considerado que es una carne que da mucha energía y ayuda a pasar el frío del invierno. Es una tradición antigua y basada en la filosofía y la medicina tradicional, a día de hoy es simplemente una cuestión generacional que desaparezca. El maltrato, eso sí, no está nunca justificado, sea el animal que sea.
Parece que lo del maltrato a los animales quizás pueda ir unido, a los que hasta hace poco tiempo eran considerados como países en vías de desarrollo, como España y China por poner un ejemplo, así me lo enseñaron cuando era niño en el colegio.
Por contar una anécdota entorno a este asunto:
Lugar, entre la Rioja y el País Vasco, hablando con unos amigos sobre la ostentosa publicidad de algunos restaurantes ofreciendo carne de perro al turista occidental en Camboya, surgió que un riojano cuenta que es tradición, en la zona del lado vasco comer cachorros de perrito en una determinada época del año. Aquella afirmación nos dejo consternados a los presentes.
Tiempo después hablando con unos vascos de aquella zona, me contaron que son los riojanos los se comen los cachorros de perro como tradición, en una época del año.
En mi opinión, como español, creo que no debemos envidiar a los chinos en la variedad culinaria de animales de los que podemos hacer exquisitos manjares.
Recuerdo a Miguel Delibes en su obra Las ratas. Desgarrador relato sobre la lucha por tener el poder de esa fuente de alimento en la España profunda.
Los mozos del pueblo donde pase parte de mi niñez cazaban mochuelos y demás aves rapaces nocturnas, pues decían que el caldo que proporcionaban al cocerlas era exquisito.
Para que hablar de culebras y lagartos, (todavía recuerdo a aquel campesino madrileño multado con más de 6000€ por comerse uno) o las tortugas terrestres que volcadas sobre las brasas de la hoguera, según los pastores de Extremadura, resultan excelentes.
Mi mujer que es China, presenciando una corrida de toros, por azar sentada junto al Alcalde y las máximas autoridades, en ese momento místico del arte del toreo, en esa especie de pentecostés taurino que es la suerte de matar, cuando la plaza calla y podemos oír hasta la respiración del torero, no pudo evitar ponerse de pie y gritar al torero: «Cobarde, cobarde, el torito ya no se puede defender» para gran consternación mía.
Recuerdo a mi amiga Mei, japonesa diseñadora de Channel, casi pierde el conocimiento al visitar por primera vez un mercado en mi ciudad, al contemplar a los conejos desollados y colgados de ganchos.
Cuando el ejercito del general Franco entro en Madrid no había gatos ni perros en la ciudad ¿donde estaban?
Creo que esto de las culturas y su relación con los animales es un tema complejo e interesante.
Terrorífico es el relato del premio novel chino Mo Yan, sobre lo que suponía perderte por las calles de una ciudad durante la Revolución Cultural y al caer la noche encontrarte con una manada de perros. Una manada de perros callejeros siempre olvidan que son el mejor amigo del hombre.
Como siempre, te felicito Javi por tu blog.
Un saludo
Un placer tenerte de nuevo por aquí, George. Creo que todo lo que cuentas aporta mucho a la discusión sobre el consumo de perro.
Al final cada uno come lo que puede y como puede 😛
Muy buen post.
¡Enhorabuena y sigue así!
Checho.
Gracias, Checho. Eres un crack.
Me muero de pena al ver fotos así, porque es posible que en unos meses esté viviendo en Cantón (Hangzhou) y estoy muy perdida y con miedo de lo que me puedo encontrar alli, muchas gracias por tu blog, ya que me ha parecido muy ameno y seguro que me ayuda en mi nueva aventura. Un saludo.
Gracias, Ángeles. Es una pena este tipo de fotos pero no es lo más normal. No tengas miedo por lo que encuentres en China. Por cierto, Cantón y Hangzhou son sitios distintos.
Me ha encantado el post; me encanta la cultura asiática y con tu blog aprenderé mucho mas.
谢谢你!
Hola Sergio, gracias por escribir. Me alegro de que te esté sirviendo el blog. Nos vemos por aquí 😉
A mi me da terror de imaginarme poder ver a los perros colgados, etc. Yo tengo dos perros raza pequeña que los trato como a unos hijos.
Sin duda debe ser una imagen dura, todavía no he podido ir al festival en persona, pero debe ser muy chocante.
No se trata de que lo que veamos anormal por el simple hecho de criarnos en un mundo en donde los perros son mascotas, si no en el hecho de ver como estás personas ignorantes los tratan como se les da la regalada gana y bueno si tienes razón no todos los chinos han comido perro o no todos apoyan el hecho de ver sufrir a un animalito y comerselo. Yo se que los humanos al menos deberíamos de comer un animal en la vida porque claro, es carne y es que somos como una cadena alimenticia. Nosotros comemos animales y los animales comen otros animales, yo he vistoy no se si el resto de la gente que escribe por aquí haya visto el trato que se les da a los perros y bueno es casi como el que se les da a los pollos y en mi conclusión son seres vivientes, que sienten, que sufren y que no se merecen lo que les hacen, ningún otro animal y en serio que juro que me encantaría ver a un humano ser tratado de esa manera, cruel y asquerosamente como se lo debe de merecer. Pero no apuesto a que si alguien es tratado de esa manera… Uuuuy! Ahí si sale en todo el mundo y ahí todos protestarian, pero porque no por los Animales? A mi en mi opinión esto es algo no normal, si vas a un restaurant y lo ves en el Menú pero que chucha metanse su menú por donde mejor les venga, y espero ir a China para encarar a esos hombres de lo que hacen.