Los restaurantes en China dan mucho juego. Si creías que con el ‘meiyou’ habían tocado techo, espera a conocer a los camareros robot.
En China el modelo educativo es bastante estricto y se basa en la repetición. Desde pequeños, los estudiantes chinos memorizan pilas y pilas de libros para ser capaces de repetir su contenido palabra por palabra.
Esta forma de aprendizaje por repetición no se lleva a cabo únicamente en centros educativos sino también en el trabajo. Esto produce que los chinos generalmente no tengan mucha capacidad de reacción ante un imprevisto, ya que han aprendido a hacer cada tarea de su oficio paso por paso.
El ejemplo más claro de estas situaciones lo vemos en los oficios de cara al público y uno de los más frecuentes es el de camarero. En China los camareros son una especie de C3PO educados para dar la bienvenida al cliente, anotar su pedido, darle la cuenta y despedirle.
Pero… ¿qué ocurre cuando un alocado cliente extranjero se quiere salir de lo normal? Lo que sucede es lo que en informática se conoce como «el pantallazo azul de Windows«. Lo que viene a continuación son casos reales vividos en mis carnes, no apto para cardiacos:
No quiero anchoas en la ensalada
Allá por 2011, un día en el trabajo fuimos a comer a un restaurante occidental en la ciudad de Guangzhou. El camarero nos dio la bienvenida, nos sentó en una mesa y comenzó a tomarnos nota. Uno por uno fuimos pidiendo nuestros respectivos platos, pero una amiga decidió romper los esquemas y pedir una modificación en su plato.
-Quiero esta ensalada, pero sin anchoas.
-Es que la ensalada lleva anchoas.
-Ya pero es que no me gustan.
-Esa ensalada lleva anchoas.
-¿Y no puedes quitarle las anchoas o no ponérselas?
-Ah, vale.
Definitivamente, la ensalada llegó con anchoas. Otra estrepitosa derrota ante China.
Cambiar la salsa de una hamburguesa
En un restaurante japonés que solía frecuentar en Guangzhou tenían en la carta un par de hamburguesas a la plancha, cada una con distintos atributos y salsas. Llamémoslas hamburguesa A y hamburguesa B. A uno de los comensales se le ocurrió una disparatada idea:
-Quiero la hamburguesa A. Pero, ¿podrías ponerle la salsa de la hamburguesa B?
-La hamburguesa A lleva la salsa A, y la hamburguesa B lleva la salsa B. ¿Por qué no pides la hamburguesa B?
-Es que la hamburguesa B no me gusta. Quiero la hamburguesa A con la salsa B.
-Es que la hamburguesa A lleva la salsa A.
-¿Y no puedes cocinar la hamburguesa A y ponerle la salsa de la B?
-Ah, vale.
Creo que esta vez la hamburguesa llegó con la salsa correcta, pero tuvo que intervenir un compañero chino para conseguir nuestro fin.
Un café templado
Esta última aventura ocurrió en un McCafé. Otro loco occidental intentando cambiar las leyes de la física:
-Hola, quiero un café cortado templado.
-¿Frío o caliente?
-Templado.
-Lo tenemos frío o caliente.
-Es que lo quiero templado.
-No puedo hacerlo templado. Frío o caliente.
-¿Y qué tal si pones el café caliente y le añades leche fría?
-Ah, vale.
El camarero al final fue capaz de ejecutar sin problemas un cortado templado. Un auténtica obra de ingeniería.
Como puedes apreciar, las trabas en China son innumerables para cualquier cosa que quieras conseguir. Por simple que sea. Y tú, ávido lector, demuéstrame que no eres un robot y si te ha gustado este post, dale un click al botón de ‘Me gusta’ aquí abajo. No me hagas un ‘meiyou‘, que nos conocemos.
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Es así,si, si, tantas veces he comido lo que los camareros han decidido en vez de lo que yo realmente quería que he perdido la cuenta…
Una de ellas:
-Por favor Fajitas de pollo ( ¨chicken fajitas¨ perfectamente escrito en la carta)
-Las quiere con patatas fritas o puré de patata
-Con puré de patatas
…….unos minutos después traen las fajitas ( el relleno) sin las tortillas
-Y las tortillas?
-Fajitas de pollo
-Faltan las tortillas
-Fajitas de pollo
-pero sin tortillas no son fajitas. Me trae las tortillas?
-Fajitas de pollo
Muchas gracias por tu comentario, María.
La respuesta de un camarero chino es como un muro, jaja. FAJITAS DE POLLO. A partir de ahí ya no hay nada que hacer. Game over. Siga jugando…
Grande, jajaja. Aparte de a los camareros también les pasa a muchos otros profesionales.
«¿Y por qué no pruebas a hacer esto de esta nueva manera?».
«Pero es que siempre se ha hecho de la manera antigua».
«Bueno, prueba la nueva, no?».
«Pero es que siempre se ha hecho de la manera antigua».
«¿Y si lo intentas de la manera nueva a ver si sale bien?»
«Pero es que siempre se ha hecho de la manera antigua»
Gracias por escribir de nuevo, Marta. Tienes toda la razón, es imposible sacar a un chino de su forma de hacer las cosas. En cualquier aspecto.